Carnaval Sagrado 2006

Llegó el Carnaval. Y por primera vez en los seis años que llevamos en Madrid, las sagradas decidimos disfrazarnos. Pero de qué, si no hay tiempo ni dinero para ello? Pues de gavilanas, cómo no! Está de moda, es fácil y más barato imposible... Menuda noche! Vaya risas! Y qué ganas teníamos de reunirnos, porque este año nos vemos menos que nunca. Aunque lo bueno es que, por mucho tiempo que pase, esto no cambia. Nuestra amistad sigue siendo la misma! Ya sólo nos faltan nuestros hermanos Reyes particulares, aunque hay que decir que algunas ya los han conseguido. Las que no, pues no debemos cesar en nuestro empeño!
Ensalzamiento del amor y de la amistad, desde luego...

La noche la comenzamos en el Patatus, cómo no, porque una noche sagrada sin mocho, no es lo mismo, no... Aquí estamos Aza, Ali, Miri, yo y Su. Rachel fue la que faltó. Tenía mucho trabajo y no pudo venir. Una lástima. A ver si a la próxima logramos juntarnos las seis...




Los resquicios carnavaleros de las sagradas, por separado, y juntitas, que es como debemos estar... :-)

Ali, Aza y Su.

Aza y Ali, con sus coloretes de: por dios, creo que ya he bebido suficiente...

Miri y yo.

Yo, Ali y Su "érase una vez una boquita de piñón bajo un sombrero inmenso!"

Aza con su chico, David.

Su y yo.

Su, Aza y yo con Víctor, David y Dani, en La Chocita. No teníamos pensado ir, pero al final nos entraron las ganas de recordar viejos tiempos... Pero ya no es lo mismo... Renovarse o morir!

Ali y Miri. El cansancio las hizo abandonar las primeras... la próxima, más!

David y Su, con los sombreros vaqueros al estilo cordobés. Tremendo el flequillito de cuatro pelos mal puestos de David, jajaja...

Aza, Ali y yo, tres hermanitas Elizondo buscando un hermanito Reyes...

Su (sin comentarios), Aza y yo. El final de la noche se acerca...

Las últimas en abandonar, y aguantar el temporal.


Madrid nevando y nevado. Arriba, la Calle Monteleón, al ladito de mi casa, con ese paisaje blanco. Y debajo, la Glorieta de San Bernardo.

Desistimos de encontrar taxi, y cuando no sentíamos el cuerpo del frío que hacía, decidimos que lo mejor que podíamos hacer era ir a mi casa y entrar en calor. Estos son los pies de Su calentándose en el radiador de mi habitación...